domingo, 1 de agosto de 2010

FONASA



¿Qué es FONASA?
(Fondo Nacional de Salud)

Es una instutución de seguridad social pública en salud, que garantiza a los chilenos afiliados y bneficiarios, protección social en salud, de manera universal, solidaria equitativa, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de la población.
Es el organismo público encargado de otorgar cobertura de atención, tanto a las personas que cotizan el 7% de sus ingresos mensuales para la salud en FONASA, como a aquellas que, por carecer de recursos propios, financia el Estado a través de un aporte fiscal directo (La Cotización de Salud es el monto de dinero que el afiliado aporta mensualmente para financiar su Plan de Salud).
FONASA da cobertura de salud a todos sus beneficiarios, sin exclusión alguna de edad, sexo, nivel de ingreso, número de cargas familiares legales y enfermedades preexistentes, bonificando total o parcialmente las prestaciones de salud que les son otorgadas por profesionales e instituciones del sector público y privado en convenio con la institución.
Asimismo, financia los subsidios de incapacidad laboral (licencias médicas de sus cotizantes) y otorga préstamos de salud.
La duración de la afiliación a FONASA es indefinida, y perdura durante todo el tiempo que el cotizante o beneficiario decida permanecer en dicha institución (de modo contrario, podría desafiliarse de dicho sistema e inhresar a una Isapre).

Su objetivo es proporcionar protección contra aspectos financieros de riesgo, tales como la propiedad, la vida y la salud.


¿Quiénes son los beneficiarios y de que manera pueden afiliarse a FONASA?

Beneficiarios del sistema:

Tienen la calidad de afiliados:
- Trabajador(a) dependiente, incluidos los contratados por turnos o jornadas, obra o faena, que cotizan el7% de su remuneración imponible para salud en FONASA.
- Trabajador(a) independiente, que sea imponente del IPS (ex INP) o de una AFP y destina el 7% de la remuneración imponible para salud en FONASA.
- Trabajador(a) cesante, que reciba subsidio de cesantía otorgado por la municipalidad de la comuna.
- Personas que reciban algún tipo de pensión de algún sistema previsional y quedestinanel7% de su cotización de salud a FONASA.

Son además, beneficiarios no cotizantes de Fonasa:
- Las cargas familiares de los cotizantes, que cumplan con los requisitos de la Ley (DFL150).
- Beneficiarios de Pensiones Asistenciales de invalidez y ancianidad.
- Personas con deficiencia mental a que se refiere la Ley18.020, cualquiera sea su edad, Siempre que no sea causante de subsidio familiar.
- La mujer embarazada, que no tiene previsión, hasta el sexto mes del nacimiento del hijo.

Causantes del subsidio único familiar.
-Personas carentes de recursos (indigentes)

Requisitos para la afiliación:

Trabajador dependiente con contrato a plazo fijo o indefinido:
- Ultima planilla de cotizaciones INP-AFP.
- Fotocopia del contrato de trabajo.
- Cédula de indentidad.
- Certificado para la Obtención de credencial de Salud completo formado por titular y el empleador.
- Documento que acredite el derecho a asignación familiar de sus cargas legales (incluye hijos menores de 18 años y hasta los 24 siempre que estudien) emitido por el INP o Caja de Compensación según corresponda.
- Carta de desafiliación de Isapre, en caso que corresponda: Formulario de desafiliación FUN tipo 2 y tipo 7 para cargas legales.


Trabajador Independiente:
- Cotización para previsión y para salud del último mes.
- Fotocopia de 5 pagos previsionales correspondientes al periodo de los últimos 12 meses anteriores a la afiliación.
- Cédula de identidad
- Certificado para la Obtención de credencial de salud completo y firmado por el titular.
- Declaración jurada simple de que el cónyuge e hijos no perciben ingresos y que viven a sus expensas.
- Libreta o certificado de matrimonio o certificados de nacimiento para acreditar sus cargas legales (incluye hijos menores de 18 años y hasta los 2 siempre que estudien) para los cuales se debe presentar certificado de alumno regular.
carta de desafiliación de la Isapre, si corresponde: Formulario de desafiliación FUN tipo 2 y tipo 7 para cargas legales.


Contrato por días o por obra o faena determinada:
- Fotocopia de la planilla de cotizaciones INP-AFP.
- Fotocopia del contrato de trabajo ya sea "por días" (turnos o jornadas) o por obra o faena determinada.
- Cédula de identidad.
- Certificado para la obtención de credencial de salud completo formado po titular y empleador.
- Documento que acredite el derecho a asignación familiar de sus cargas legales (hijos menores de 18 años y hasta los 24 siempre que estudien) emitido por el INP o Caja de Compensación, si corresponde.


Pensionados
(Que reciben algún tipo de pensión previsional de cualquier naturaleza)
- Ultima colilla de pago de pensión.
- Cédula de identidad.
- Certificado para la obtención de credencial de salud, debidamente llenado por la entidad pagadora de la pensión.
- Documento que acredite el derecho a asignación familiar de sus cargas legales (incluye hijos menores de 18 años y hasta los 24 años siempre que estudien) emitido por el INP o caja de compensación, si corresponde.
- Carta de desafiliación de la Isapre, si corresponde: Formulario de desafiliación FUN tipo 2 y tipo 7 para cargas legales.


Trabajadores Cesantes
(Que perciben subsidio de cesantía o que están acogidos al Seguro de Desempleo)
- Comprobante del último pago del subsidio de cesantía o del seguro de desempleo.
- Cédula de identidad.
- Certificado para la obtención de credencial de salud compelto formado por el titular.
- Carta de desafiliación de la Isapre, si corresponde: Formulario de desafiliación FUN tipo 2 y tipo 7 para cargas legales.



¿Desde que momento comienzan a ser beneficiarios efectivos del sistema?

Trabajadores dependientes:
A contar del primer día, del mes subsiguiente al de la desafiliación en la Isapre, si corresponde.

Trabajadores Independientes:
A contar del pago de la última cotización en Fonasa, siempre y cuando hayan efectuado 6 cotizaciones previsionales, continuas o discontinuas, durante los 12 meses anteriores, con la última al día.

Pensionados:
Desde el pago de su primera pensión. Mientras realizan el trámite también quedarán protegidos al presentar la documentación que respalda la solicitud.

Trabajadores cesantes:
Desde el momento en que se les pague el respectivo subsidio o seguro de desempleo.


PLAN DE BENEFICIOS DE FONASA

FONASA tiene dos modalidades de atención para sus beneficiarios, las que puede utilizar indistintamente, dependiendo de su clasificación por nivel de ingresos, grupos A,B, C y D.

1. Modalidad de atención Institucional:
¿Dónde se atiende?
Se puede atender en consultorios, centros de referencias de salud (CRS), centros de salud familiar (CESFAM), centros de diagnósticos terapéuticos (CDT) y hospitales públicos.

¿Cómo se accede?A través del consultorio de atención primaria donde se encuntre isncrito el beneficiario. Desde allí será derivado a un centro de mayor complejidad, como centros de especialidades u hospitales públicos, en caso de ser necesario. Si se trata de una urgencia, debe dirigirse el Servicio de Atención Primaria de Urgencia, (SAPU), más cercano o al servicio de urgencia de un hospital público.

Beneficios en Atención Primaria de salud:- Examen de medicina preventiva.
- Controles de salud del niño, adulto, embarazadas, y adulto mayor.
- Control ginecológico y de climaterio.
- Control de enfermedades crónicas, como: diabétes, hipertensión arterial, entre otras.
- Vacunación.
- Entrega de alimentación complementaria en niños y embarazadas.
- Consulta por enfermedad y entrega de medicamentos básicos.
- Exámenes básicos.
- Atención dental básica y preventiva.

La atención secundaria y terciaria de salud, se entrega en:- Centros de especialidades.
- Centros de diagnóstico y terapéutico (CDT).
- Consulta de especialidades.
- Hospitales públicos.

En estas los beneficios son:- Exámenes de mayor complejidad.
- Hospitalizaciones.
- Intervenciones quirúrgicas.

¿Cuánto se paga por atención?La atención y su pago, se realiza según el grupo de ingreso en el que el beneficiariop de encuentre clasificado, es decir, A, B, C o D.

Grupos en Fonasa:

GRUPO A: carente de recursos.
GRUPO B: personas con sueldo mínimo y beneficiarios de 60 años y más. en este grupo la atención es gratuita.
GRUPO C: paga el 10% del valor total de la atención.
GRUPO D: paga el 20% del valor total de la atención.

(Ver Cuadro de Tramo según Ingreso, para Atención en Modalidad Institucional)

Programas especiales de la Modalidad de Atención Institucional (MAI):
a) Seguro Catastrófico:

¿Que enfermedades cubre?
- Cardiopatías.
- Transplantes renal y hepático.
- Tratamiento del cáncer y otros.

¿Quienes tienen derecho?
Todos los beneficiarios de FONASA que se atiendan en la red de establecimientos públicos de salud, es decir, en la Modalidad Institucional.

¿Que incluye?
Enfermedades de riesgo vital y de alto costo para la familia.

¿Cuánto cuesta?Tiene 100% de cobertura, es decir, es gratuito. Es necesario para ocupar el seguro catastrófico que ingrese, a través del consultorio de atención primaria, para ser atendido en la red de establecimientos públicos acreditados.

b)Programa Adulto Mayor (PAM)

¿Qué enfermedades cubre?

Las enfermedades mas frecuentes son:
- Fotocoagulación.
- Endoprótesis de cadera.
- Implante de marcapasos.
- Fractura de fémur.

¿Quienes tienen derecho?
Todos los beneficiarios de 65 años y más.

¿Qué incluye?- Atención integral dental
- Bastones
- Sillas de ruedas
- Andadores
- Cojín antiescaras/colchón antiescaras
- Incluye gratuidad en atenciones de alto costo y visita a domicilio cuando es necesario.

¿Cuánto cuesta?
La atención es gratuita, por lo tanto tienen un 100% de cobertura.


2. Modalidad de atención de Libre Elección

¿Dónde se atiende?
En centros de salud, hospitales y clínicas privadas en convenio, eligiendo médicos y especialistas de su preferencia. También se puede optar por la atención en sala de pensionado de un hospital público.

Los afiliados a FONASA que pueden ocupar esta Modalidad están en los grupos B, C o D.
¿Cómo se accede?
Con bonos o programas médicos, que se compran en las sucursales de Fonasa en todo el país y se paga de acuerdo al nivel de inscripción del profesional, centro médico, hospital privado o clínica en convenio que el beneficiario elija. Los niveles de inscripción de los profesionales o establecimientos privados en convenio son: 1, 2, o 3, siendo el nivel 1 el más barato.
En el caso que el centro médico esté adherido al sistema de bono electrónico de Fonasa, puede pagarlo en el mismo lugar, sin necesidad de acudir a una sucursal.


Beneficios especiales de la Modalidad de libre Elección (MLE):

a)Programa Adulto mayor

¿Qué enfermedades cubre?
Atención integral de enfermería en domicilio a:
- Pacientes postrados, con enfermedades y terminales.
- Incluye evaluación, curación simple, toma de muestra para exámenes, administración de sueros y otros.

¿Qué incluye?
Bonificación de lentes y audífonos: para adultos desde los 55 años.

¿Cómo se accede?
Con receta médica y cédula de identidad, debe acercarse a una sucursal de Fonasa.


b) Programa Asociado a Diagnóstico (PAD):

¿Qué enfermedades cubre?
Apendicitis, aneurismas, acceso vascular simple (mediante FAV) para hemodiálisis, acceso vascular complejo (mediante FAV) para hemodiálisis, colelitiasis, criptorquidia, cataratas (no incluye lente intraocular), disrafias, diagnóstico infección tracto urinario (I.T.U.), enfermedad crónica de las amígdalas, embarazo ectópico, fimosis, hernia abdominal simple, hernia abdominal complicada, hiperplasia de la próstata, hernia del núcleo pulposo (cervical, dorsal, lumbar), hemorroides, ictericia del recién nacido, parto, peritonitis, prolapso anterior o posterior, transplante renal, tumor maligno de estómago, tumores y/o quistes intracraneanos, úlcera gástrica complicada, úlcera duodenal complicada, várices, varicocele, vegetaciones adenoides.

¿Qué incluye?
La resolución completa de una enfermedad, con un valor conocido previamente, que incluye el copago correspondiente a la atención otorgada.
De esta manera, el prestador verá reducidos los trámites administrativos relativos a efectuar cobros, por conceptos de diferencias no bonificadas por Fonasa.

¿Cómo se accede?
Eligiendo previamente a la hospitalización, atenderse por PAD y valorizando el programa de aten´ción de salud, en una sucursal de Fonasa. Para el copago puede solicitar un préstamo médico.

c) Préstamos Médicos

Permiten financiar la totalidad o parte del monto que le corresponde para pagar las prestaciones de salud, que dan origen a la confección de un programa de atención de salud.

¿Qué incluye?
- Adquisición de órtesis y prótesis.
- Tratamientos psiquiátricos, de diálisis, radioterapia, y quimioterapia.
- Hospitalizaciones (mínimo una noche).
- Intervenciones quirúrgicas inscritas en PAD.
- Urgencias (en casos donde exista un certificado que acredite el riesgo vital).

¿Cómo se accede?
- Cotizando el 7% de salud para FONASA.
- Presentando credencial de salud.
- Presentando dos avales al momento de solicitar el préstamo, con una renta igual o superior a la del imponente.
- Presentando el carné de identidad del afiliado y los avales.
- Sin que el afiliado y los avales estén morosos en otro préstamo de FONASA.
- Presentando la última colilla de sueldo con el descuento del 7% en salud o planilla de cotización previsional del último mes, de los avales.


d)Cobros adicionales en la Modalidad de Libre Elección (MLE)

¿Qué incluye?
Diferencias por días cama y derechos de pabellón. En la modalidad Institucional, no se cobran estas diferencias.

Conductas no permitidas a los prestadores privados, centros de salud, hospitales y clínicas privadas en convenio en la MLE:

- Cobrar dos o más bonos de atención de salud, por una misma consulta.
- Efectuar cobros adicionales al bono de atención de salud entregado por la atención en efectivo.
- Cobrar prestaciones no realizadas.
- Aceptar bono de atención de salud de otro beneficiario.
- Solicitar documentos personales, por ejemplo credencial de salud y/o cédula de identidad.
- Aceptar que el prestador financie el copago del bono de atención de salud.
- No contar con registros que certifiquen el haber efectuado la prestación realizada.


Deberes de los beneficiarios:


- Colaborar con FONASA en las fiscalizaciones que se les requiera.
- Denunciar situaciones irregulares que se detecten.
- No prestar su credencial de salud.
- Mantener al día su información personal, acudiendo a alguna de las sucursales a actualizar sus datos siempre que cambie de trabajo o situación laboral.


Ley de Urgencia:
Se trata de un riesgo vital y/o secuela funcional grave para una persona. De no mediar atención médica inmediata e impostergable, puede terminar con su vida.

Requisito para optar a la Ley:
Ser atendido en la unidad de Urgencia, de un establecimiento privado o público, por un médico cirujano, que diagnostica y certifica esta atención por escrito, en un documento que quedará en la ficha clínica o dato de atención de urgencia del paciente.









Fuentes: FONASA; Guía para dirigentes Sociales, Ministerio de Salud.

miércoles, 7 de enero de 2009

crísis: desafíos constantes y en evolución


Durante las últimas décadas se han producido cambios que han modificado la estructura social, estos cambios abarcan desde lo socioeconómico hasta el sentido de la vida. Esta nueva realidad nos plantea nuevos contextos y escenarios como trabajadores sociales, así como también nuevas posibilidades de intervención.
Estos variados cambios, como el económico, ha provocado que el sentido de sociedad se vaya “diluyendo en la medida que avanzaba la competencia en forma desesperada, muchas veces como necesidad o mandato ligado a la sobrevivencia.”[1]
Debido a este cambio, nuestra sociedad deja de lado el sentido social, y comienza a ver a los otros como una competencia, en donde tiene que luchar para sobrevivir, perdiendo su sentido de grupo.
Ésta desigualdad va convirtiendo a las personas en seres individualistas, en que su deber tienen que ver con él mismo y ya no con la sociedad. Se fragmenta la sociedad y ya no se trabaja para conseguir metas comunes. Se teme al fracaso, a la frustración, la exclusión. El miedo a esto genera que se comience a “adaptar los cuerpos a las expectativas y posibilidades sociales de la inserción y el mantenimiento de ésta a cualquier precio. El orden de los cuerpos implicó el estallido de la sociedad”[2]. Se lucha a toda costa por conseguir las metas personales.
A raíz de esto se desestructura la sociedad, se pierde la noción de ésta. Las personas, aunque todos sus deberes los vuelcan hacia ellos mismos para lograr sus metas y ser exitosos, se sienten solas. La sociedad les propone metas, pero no las formas de lograrlas, lo que provoca gran frustración y el intento por alcanzarlas de cualquier modo. “Así, el sujeto es solo individuo precario, temporal; donde se obtura su posibilidad de ser en su relación con otros”[3]. La sociedad, al no actuar como tal, pierde su fin último, que es el luchar en conjunto para alcanzar el bienestar generalizado de ésta.
“Trabajar en solidaridad. Los trabajadores sociales tiene la obligación de oponerse a las situaciones sociales que contribuyen a la exclusión social, estigmatización o subyugación, y trabajar hacia una sociedad inclusiva” [4].
De esta forma nos encontramos frente a las Problemáticas Sociales Complejas, sociedades que “no son estáticas, se mueven en los laberintos de la heterogeneidad de la sociedad, la crisis de deberes y derechos subjetivos, el ocaso de los modelos clásicos de las instituciones y la incertidumbre de las prácticas que intentan dar respuestas a éstas. Interpelan desde los derechos sociales y civiles no cumplidos, pero también lo hacen desde el deseo” [5].
Estas problemáticas son transversales, abarcando distintos ámbitos de la vida social de los individuos. Ésta heterogeneidad nos plantea desafíos en torno a la realización de nuestra intervención, pues nos obliga a atender cada caso en forma personalizada debido a la diversidad de problemáticas y sus causas de fondo que generan situaciones de conflicto, tomando en cuenta los factores que hacen único cada caso.
“Tratar a cada persona como un todo- los trabajadores sociales deben intervenir con la persona en su totalidad, con la familia, la comunidad, y el entorno social y natural, y tener en cuenta todos los aspectos que influyen en la vida de una persona”.[6]
Por tanto, desde los desafíos profesionales, nuestra labor debe llegar más allá de dar una solución momentánea a las problemáticas de las personas, sino que debemos preocuparnos de que nuestras decisiones sean las correctas para que las personas se reinserten adecuadamente a la sociedad y brindar ayuda que solucione sus problemas de fondo. Debemos ser agentes de cambios profundos que trasciendan en la vida de los sujetos de atención, abordando cada caso como único.
“Se espera que los trabajadores sociales desarrollen y mantengan las habilidades y
preparación necesarias para desarrollar su trabajo”. [7]
Con el fin de que ese sentimiento de soledad y miedo a la exclusión se vez subsanado, se pretende que mediante la motivación de las conductas que lo lleven a descubrir su rol como agente social, puede desarrollar sus capacidades y habilidades. De esta forma lograremos que los sujetos de atención se reintegren a al sociedad de manera positiva y preactiva.
“Identificar y desarrollar sus fortalezas. Los trabajadores sociales deben concentrarse en el potencial de las personas, grupos y comunidades y promover su empoderamiento”. [8]
Conviene que nuestra intervención social tenga conciencia de trascendencia, por lo cual “debe tener en cuenta la historicidad de los cambios, los padecimientos del presente y una representación con respecto al futuro”.[9]
El trabajador social al desarrollar su labor en una sociedad compleja debe adaptar su metodología de manera tal que la intervención que éste efectúa sea efectiva y que a su vez contemple dentro de la solución las expectativas del sujeto de atención en cuanto a sus decisiones y opciones.

NOTAS

[1] Alfredo Juan Manuel Carballeda, La Intervención en lo Social y las Problemáticas Sociales Complejas: los escenarios actuales del Trabajo Social, Revista margen edición Nº48, http://www.margen.org/margen48/carbal.html#nota
[2] Alfredo Juan Manuel Carballeda, La Intervención en lo Social y las Problemáticas Sociales Complejas: los escenarios actuales del Trabajo Social, Revista margen edición Nº48, http://www.margen.org/margen48/carbal.html#nota
[3] Alfredo Juan Manuel Carballeda, La Intervención en lo Social y las Problemáticas Sociales Complejas: los escenarios actuales del Trabajo Social, Revista margen edición Nº48, http://www.margen.org/margen48/carbal.html#nota
[4]Código de Ética de la FITS.
[5] Alfredo Juan Manuel Carballeda, La Intervención en lo Social y las Problemáticas Sociales Complejas: los escenarios actuales del Trabajo Social, Revista margen edición Nº48, http://www.margen.org/margen48/carbal.html#nota
[6]Código de Ética de la FITS.
[7]Código de Ética de la FITS.
[8]Código de Ética de la FITS.
[9] Alfredo Juan Manuel Carballeda, La Intervención en lo Social y las Problemáticas Sociales Complejas: los escenarios actuales del Trabajo Social, Revista margen edición Nº48, http://www.margen.org/margen48/carbal.html#nota



BIBLIOGRAFÍA


- Alfredo Juan Manuel Carballeda, La Intervención en lo Social y las Problemáticas Sociales Complejas: los escenarios actuales del Trabajo Social, Revista margen edición Nº48, http://www.margen.org/margen48/carbal.html#nota

- Código de Ética de la FITS.

- Pérez Aravena Rina, Intervención en crisis evolutivas y situacionales, Pontificia universidad católica: escuela de enfermería, 1981.

- Rubin Wainrib, Barbara; Bloch, Ellin L; Intervención en crisis y respuesta al trauma. Editorial DESCLEÈ DE BROUWER, 2000.

sábado, 20 de diciembre de 2008

trabajo social: ética y moral


Durante nuestra formación como trabajadores sociales, debemos aprender a cuestionarnos sobre temas éticos y morales, pues nuestro desempeño como profesionales estará marcado por situaciones en donde tendremos que enfrentarnos a un sinfín de dilemas y problemas éticos.
Para reflexionar sobre este tema, comenzaré definiendo cada uno de estos términos. Por moral llamaremos “a ese conjunto de principios, normas y valores que cada generación trasmite a la siguiente en la confianza de que se trata de un buen legado de orientaciones sobre el modo de comportarse para llevar una vida buena y justa”[1].
Mientras que la palabra ética “procede del griego ethos, que significaba originalmente morada, lugar en donde vivimos, pero posteriormente pasó a significar el carácter, el modo de ser que una persona o grupo va adquiriendo a lo largo de su vida”.[2] Entonces llamaremos ética a la filosofía moral, que “constituye una reflexión de segundo orden sobre los problemas morales”[3]. Como vemos, la ética se pone al servicio del trabajo social estableciendo normas y principios que guiarán nuestra labor profesional, explicitados en el Código de Ética. Gracias a esta visión de la ética como filosofía moral, al establecer estar normas y principios con anterioridad, nos facilita el discernir ante los dilemas éticos a los que nos vamos enfrentando durante nuestra vida como profesionales. De esta forma encontramos caminos más claros ante los dilemas al tener planteado nuestro código de ética y así corremos menos peligro de faltar a éstos.
Es importante señalar que la moral, está dada por nuestro entorno, entonces de alguna forma la moral se nos impone y regula nuestra conducta, en tanto la ética nos hace reflexionar sobre los argumentos de las decisiones morales.
Nuestra labor como trabajadores sociales estará marcada por las decisiones éticas y morales que tomemos, nuestra manera de proceder frente a las distintas situaciones a las que nos veremos enfrentados estará claramente delimitada por nuestro código de ética y éste se convertirá, por decirlo de alguna manera, en nuestro guía.
En cuanto a nuestro desarrollo como profesionales pertenecientes a un equipo de trabajo, puedo señalar que el código de ética dirigirá nuestro actuar e irá más allá de las obligaciones morales que nos impone la sociedad y nos servirá de pauta para actuar frente a determinadas situaciones complejas. Así, al trabajar en conjunto con otros profesionales (psicólogos, abogados, educadores, etc.), las posturas éticas que cada uno posee pueden no coincidir, entonces como trabajadores sociales tenemos la responsabilidad de manifestar nuestro desacuerdo y oponernos a decisiones que vayan en contra de nuestra ética.
Como dijimos anteriormente, la ética es la visión que tiene el profesional sobre el deber ser de las cosas morales y se expresa en el ejercicio profesional de los trabajadores sociales. Está siempre presente en nuestra labor, cuando trabajamos con las personas, cuando intervenimos en la vida de éstas, cuando cumplimos roles tan variados, como el educador informal, ya que además siempre nos regimos por nuestros principios profesionales, respetamos la autodeterminación de las personas en cuanto a que es lo que ellos desean hacer con sus problemas y sus vidas, nosotros sólo debemos darle las herramientas necesarias para salir de ellas, éticamente es incorrecto influir o tomar decisiones por ellos, ellos son los que deben tratar y ver de que manera desean solucionar o superar sus dificultades.
La ética es una responsabilidad de toda la sociedad, y nosotros como futuros profesionales debemos velar por su cumplimiento y mejorarla nos sólo en la profesión, sino e la sociedad, ya que esto permitirá el bienestar de todas las personas.
Además del código de ética, nuestras acciones estarán guiadas por nuestra propia moral, esos valores que hemos adquirido a lo largo de nuestras vidas y que nos hacen actuar conforme a lo que consideramos correcto, lo que nuestra propia moralidad nos hace considerar correcto.
Creo que la moral que se nos ha sido inculcada por nuestro entorno es en gran medida la responsable de nuestra opción por el trabajo social. Debemos tomar en cuenta que nuestra carrera es algo netamente vocacional y que está absolutamente vinculada a nuestros valores y principios, entre ellos coincidentemente los valores que rigen la labor de un trabajador social, tales como el respeto a la dignidad de las personas, que desde mi punto de vista es uno de los principios ético-morales que sustentará nuestra labor.
También debemos considerar que la moral o las reglas que nos impone la moral no son iguales para todos, de ésta manera lo que para algunas culturas es considerado moralmente correcto, para otros es lo contrario. Por ejemplo, para algunos pueblos indígenas, el canibalismo es una prácticamente moralmente aceptada, en cambio para nuestra cultura, es algo reprochable, escandaloso y constituye un acto de inmoralidad.
Hay muchos dilemas y problemas profesionales a los que nos veremos enfrentados, tales como todos los que giran en torno a la elaboración y ejecución de las políticas sociales con las que podemos discrepar, tener que falsear información para beneficiar a las personas, escasez de recursos para resolver necesidades de las personas, etc.
Para tener una mayor claridad de conceptos, se definirán algunos conceptos. Entenderemos por problema ético a “la distancia entre la utopía y lo que el contexto permite, entre lo que debiera ser y lo que es y, también, en la dificultad o imposibilidad para cumplir los principios y valores profesionales por decisión de una autoridad que utilizando el poder que le confiere su cargo o rango, limita la intervención social y los efectos de ésta tal como el profesional los concibe”[4] y como dilema ético a “una decisión del profesional entre valores de importancia relativamente similar”[5].
Al preguntarnos sobre la factibilidad de seguir los principios que imponen nuestros códigos éticos como trabajadores sociales, ésta se hace muy compleja, ya que vemos que la sociedad muchas veces privilegia otras cosas. La ética muchas veces se interpone con la economía, política o los negocios, ya que ellos muchas veces privilegian el fin de lucro, y lo demás, el que sus trabajadores tengan malos sueldos o que no tengan asegurados sus sistemas de protección social, no les importa. Es cierto que el fin de una empresa es el la obtención de lucro, pero también deben importar las condiciones en que se encuentran sus trabajadores. Este modo egoísta de actuar de algunas empresas hace que sea cada vez más difícil actuar éticamente. Éste es un dilema al que nos enfrentaremos como futuros trabajadores sociales. Debemos ser capaces de decidir entre privilegiar los intereses de los empresarios, poniendo de lado nuestros principios morales y éticos o defender los derechos de los trabajadores y denunciar cuando se comentan abusos en contra de ellos, viéndonos en la obligación de enfrentarnos a un sistema que hace cada vez más difícil el ejercicio de nuestra labor en términos éticos. Tenemos, por tanto, la responsabilidad de actuar como mediadores entre los intereses de las personas versus los intereses de los empresarios e instituciones. Esto nos ocurrirá también, al vernos enfrentados a situaciones en donde la moral existente se va a contraponer a la nuestra, debemos ser capaces de actuar con criterio sin dejar que nuestro pensamiento se interponga en la intervención que realizaremos.
En cuanto a la elección por el trabajo social debo señalar que no es simplemente por la necesidad de ayudar a las personas de manera asistencial, sino que para mí va más allá de eso, creo que la carrera me ayudará a realizar una labor más científica y rigurosa, pues los problemas de una persona no se resuelven con entregarle un kilo de arroz, sino que tiene que ver con descubrir los trasfondos, la esencia del problema. Siento también, que aún me falta por descubrir lo gratificante del trabajo, el hacer sentir importantes a las personas, partícipes de sus propios cambios y luchar en conjunto por el respeto de sus derechos y su dignidad.
En suma, reconozco en mis compañeros y en mí una fuerte conciencia social que coincidentemente nos fue entregada por nuestros entornos, que aunque fuesen distintos poseían elementos comunes.
El ambiente existente en nuestra escuela hace lo suyo al ir encantándonos con el espíritu social que se respira dentro, fomentado por nuestros profesores y compañeros.
Podría, con respecto a eso, señalar que poseemos una moral propia de conciencia social, y una ética que nos permite estar siempre cuestionando y por sobre todo reflexionando en torno a las problemáticas sociales.
La importancia del la moral y la ética en el trabajo social es fundamental, pues durante todo el ejercicio de nuestra profesión nos enfrentaremos a distintas situaciones que nos harán confrontar los principios éticos de nuestra profesión, nuestros propios principios morales, y los del entorno (instituciones, otros profesionales, y las personas con las que trabajemos), ya que nuestra labor se caracteriza por ser un trabajo en equipo y siempre en contacto con otras personas.
Además debemos considerar que trabajaremos en la solución de los problemas de las personas, entonces, siempre habrá valores que se pongan en juego. De ahí la importancia de la ética al hacernos reflexionar sobre las distintas situaciones a las que nos podemos enfrentar y el tener un código de principios claro que nos ayudará a enfrentar de mejor forma éste tipo de dilemas.

NOTAS

[1]Cortina, Adela y Martínez, Emilio. Ética. Editorial Akal, segunda edición, 1998. pp. 22.
[2] Cortina, Adela y Martínez, Emilio. Ética. Editorial Akal, segunda edición, 1998. pp. 21.
[3] Cortina, Adela y Martínez, Emilio. Ética. Editorial Akal, segunda edición, 1998. pp. 22.
[4]Aguayo Cecilia, López Teresa, Quiroz Teresa. “Ética y trabajo social en las voces de sus autores: un estudio desde la práctica profesional”, Santiago, colegio de asistentes sociales, Chile, 2007, pp 168-169.
[5]Aguayo Cecilia, López Teresa, Quiroz Teresa. “Ética y trabajo social en las voces de sus autores: un estudio desde la práctica profesional”, Santiago, colegio de asistentes sociales, Chile, 2007, pp 177.


BIBLIOGRAFÍA

- Aguayo Cecilia, López Teresa, Quiroz Teresa. “Ética y trabajo social en las voces de sus autores: un estudio desde la práctica profesional”, Santiago, Colegio de asistentes sociales, Chile, 2007
- Arpini, en Foscolo. “Desafíos éticos del trabajo social latinoamericano. Paradigmas, necesidades, valores, derechos”, editorial Espacio, Buenos Aires, 2007
- Cortina, Adela y Martínez, Emilio. Ética. Editorial Akal, segunda edición, 1998
- Roig, Aturo Andrés. “Ética del poder y moralidad de la protesta”, Editorial Ediunc, Mendoza, 2002

lunes, 10 de noviembre de 2008

Entrevista: habilidades emocionales y teoría

Es medianamente sabido que la opción por el trabajo social está, en la mayoría de los casos, motivada por la vocación. Es ésta la que genera en nosotros el sentimiento de compromiso real con la labor y las personas.

La vocación como característica principal es la que a mi juicio nos convierte en personas con conciencia social, y poseedoras de un real compromiso con las personas. Dadas estas características es que se hace inevitable el abstraerse de sentimientos y emociones a la hora de enfrentar cada nuevo caso. Es por tanto nuestro deber ser capaces de encausar estas emociones, sentimientos, percepciones, etc. de manera que se tornen beneficiosas para nuestra labor, y no se transformen en un arma de doble filo que en algún momento determinado pueda jugarnos en contra.

A través de las etapas que conlleva la aplicación del método básico del trabajo social se pone en juego tanto la aplicación de la teoría, así como también nuestra capacidad de manejar las emociones. Esto se ve clarificado especialmente durante el desarrollo de la entrevista. Esta instancia de conocimiento y recopilación de información es la que pondrá una y otra vez a prueba la capacidad que cada uno posee para complementar estos dos factores, habilidad que mientras mas “dominada” esté mas beneficiosa será.

Al enfrentar una entrevista debemos ser lo suficientemente capaces de combinar la teoría, la percepción personal, los valores sociales y las emociones. Debemos también ser lo necesariamente hábiles para hacer que la mezcla de éstos nos lleve a obtener resultados positivos de acuerdo a los objetivos que nos hemos propuesto, y de la mejor manera posible.

Al ser la entrevista considerada un proceso de reflexión conjunta, esto quiere decir que implica un proceso de retroalimentación en el que cada una de las partes es capaz de oír y ser escuchada, es nuestro deber procurar que cada detalle que pueda influir en la relación que se genera entre el trabajador social y la persona “asistida” este visualizado con anterioridad, debemos procurar manejar todos aquellos factores que podrían influir en nuestra labor.

Estos detalles van desde cosas que podrían parecer tan sutiles como lo es por ejemplo la ornamentación del espacio físico en que realizamos la entrevista, a factores más grandes como lo es el ya mencionado manejo emocional.

Si bien es cierto que los libros nos entregan muchas herramientas teóricas en cuanto a las técnicas y metodologías para llevar a cabo una buena entrevista (a fijar objetivos anteriormente, a seguir un orden en el tema, etc.), existen otros factores que, por más que quisiéramos, los libros estarían lejos de enseñárnoslos, me refiero exactamente a los factores emocionales, que influyen directamente durante todo el proceso de la entrevista. Estos factores se presentan diversos a lo largo de ella, y es esto lo que vuelve más complejo aún el poder controlarlos. Es necesario, antes de profundizar en el tema, señalar que aunque los libros sugieren muchas veces formas para controlar las emociones y orientaciones para saber cuando y como expresarlas, dependerá exclusivamente de cada persona, de cada trabajador social, y después de un largo proceso de autoconocimiento, el llegar a controlarla y usarlas correctamente, porque perfectamente podríamos incluir a nuestra pauta de objetivos para la entrevista otra pauta que nos permitiera controlar nuestros sentimientos, pero esto sería absolutamente ridículo, porque cada entrevista es única y se desarrolla de manera distinta.

Al plantear el tema del manejo emocional en las entrevistas se da por hecho que en este proceso se hace casi imposible mantener la objetividad, esto sobre la base de que desde el momento en que se nos presenta un caso y estamos decididos a intervenir para la solución de éste ya no nos encontramos en una posición neutra, sino que pasamos a ser parte del conflicto, a jugar un rol en su solución.

La necesidad de manejar los factores emocionales radica en que son éstos los que nos permitirán llegar a las personas, los que nos darán la posibilidad de crear ambientes de confianza, de calidez, de seguridad, etc. según lo se requiera en cada caso. Es aquí donde entra en juego el manejo de nuestra habilidad emocional, que nos hará capaces de saber en que momento actuar y de que manera hacerlo.

Hay muchas emociones que estarán siempre presentes en nuestras experiencias profesionales, que son justamente las que debemos aprender a controlar debido a lo beneficiosas que resultan para nuestra labor y la creación de una relación de confianza con el sujeto de atención.

Dentro de estas emociones se encuentra, por ejemplo, la empatía. Esta manera de interpretación de los sentimientos del otro mediante un “hacer nuestro” el problema es muy útil, porque nos permite sentir lo que está sintiendo la otra persona, relacionándolo tal vez con nuestra experiencia de vida, identificándonos con la situación o el sentimiento. En este caso el esfuerzo que se nos exige es el poseer un amplio conocimiento con respecto a nosotros mismos, ser capaces de detectar nuestras reacciones frente a distintas situaciones, ser capaces de generar un autoconocimiento necesario que nos servirá en muchos casos también de escudo, pues nos ayudará a enfrentar situaciones que nos pueden afectar de mejor manera, de esta forma estaremos ya preparados para enfrentarlas.

En el proceso de la entrevista también se pueden hacer presentes sucesos como la intuición, con la que debemos tener mucho cuidado. Debemos ser capaces de tomarla en cuenta pero con cautela, pues si no posee un fundamento teórico estaríamos cometiendo un error al guiar nuestras decisiones en base a esta. Muchas veces la intuición nos servirá, será beneficioso generar hipótesis a raíz de esta. hipótesis que deberemos tratar de comprobar mediante la búsqueda de pruebas que nos puedan ayudar a comprobarla. No quiero decir con esto que nuestra intuición no sea a veces asertiva, pues considero la intuición una virtud que no debe dejarse de lado.

Estos son sólo dos ejemplos de los muchos que se viven en la relación que se crea, o que más bien la emocionalidad de cada uno de los actores ayuda a crear.

En fin, hay diversas sensaciones, sentimientos, emociones, etc. que siempre están presentes en nuestra labor. Dependerá absolutamente del interés que cada uno de nosotros tenga en aprender a manejarlas, reconocerlas y la intención que cada uno preste el desarrollar un autoconocimiento, proceso que nos servirá en todo ámbito de cosas. Específicamente en la entrevista nos permitirá “presentarnos como seres humanos reales, fiables y consecuentes en nuestro contacto con los usuarios, capaces de transmitir interés, afectuosidad, confianza y respeto”.

Debemos entonces interiorizar, cada uno de nosotros, la importancia que tiene el saber dejar actuar las emociones sólo en los momentos pertinentes y tomarle el real valor al autoconicimiento para evitar futuras cargas emocionales innecesarias, entre otras cosas. También debemos desarrollar nuestra capacidad de observación, que será relevante al momento de expresar nuestras emociones, pues ésta nos ayudará a seleccionar el momento indicado dependiendo de cómo se vaya dando la relación con el sujeto de atención, darle valor y sentido a detalles tan simples como el saludo, el tono de la voz, el lenguaje no verbal, todo esto simplificará nuestra tarea de generar relaciones con las personas y nos convertirá de verdad en agentes “eficientes”. De esta forma estaremos cumpliendo con la labor de escuchar al otro dejando de lado las diferencias y haciendo caso omiso a los prejuicios.

El tomarle el peso a la importancia que tienen las emociones para el desarrollo de nuestra misión nos ayudará a darnos cuenta de que como trabajadores sociales no podemos dejar que nuestra vida profesional se transforme en sólo la puesta en práctica de toda la teoría que podamos adquirir, pues desde mi punto de vista sería erróneo el pretender mostrarse como una autoridad intelectual, que frente a cualquier situación pretende entregar su punto de vista filosófico. Como trabajadores sociales tenemos la labor moral de mostrarnos como personas, personas que sienten, que sufren, mostrándonos empáticos y confiando en nuestra intuición, sin dejar de lado la teoría que sustenta nuestro quehacer profesional, y estando en constante contacto con las personas.

“Estos aportes son de gran valor para comprender la complejidad del ejercicio del rol a raíz de esta relación de reciprocidad que se establece entre el trabajador social y los sujetos. Nos referimos a que se trata de una relación donde todos observan y son observados, informan y son informados, escuchan y son escuchados (Travi, B., 2004b). De manera que las personas perciben inmediatamente si el trabajador social está dispuesto a escucharlas, si se interesa por su situación, si se involucra en la búsqueda de soluciones o si la entrevista sólo se reduce a un trámite o procedimiento de rutina, donde a todos se les pregunta lo mismo”.
(Bibiana Travi, “La dimensión técnico-instrumental en trabajo social, pág. 123)

Macarena Armijo

Bibliografía

Pamela Trevithick, “Habilidades de comiunicación en intervención social”
(NARCEA, S.A. DE DICIONES, 2002)


Bibiana Travi, “La dimensión técnico-instrumental en trabajo social"
(ESPACIO EDITORIAL, 2006)